10 julio, 2009

PRENSA

ENTREVISTA DE RAMÓN PECO A ÁNGEL SANZ (Con motivo de Ediciones Guays. I Encuentro Internacional de Publicaciones Artísticas. Escuela de Arte y Superior de Diseño Pedro Almodóvar, Ciudad Real. 10 al 13 de abril de 2007.)
En el tercer y último número de Container la Escuela de Artes de Granada terminó convirtiéndose en el propio continente de la publicación ¿Que te llevo a iniciar ese proyecto que fue Container y porqué decidiste que esa breve publicación tenía que terminar de una forma tan insólita? Container comenzó de forma colectiva aunque es cierto que mi experiencia como colaborador en otros proyectos como “Píntalo de Verde” o “Carpetas del paraíso” fue decisiva en la concepción de Container. Cada año se establecía una reunión (alumnos y profesores interesados), una especie de asamblea donde se decidía como iba a ser el Container del año, procurando que no influyesen acuerdos de años anteriores y que el número fuese nuevo. De esa forma un año en la reunión se expresó un gran interés por las instalaciones y aunque hubo de realizarse una segunda reunión, finalmente se decidió probar esa idea que cristalizó en un gran éxito. Pienso que eso debieran de ser las revistas subvencionadas: un experimento continuo en el límite de lo convencional y no una simple copia de fórmulas establecidas cambiando únicamente el contenido. En tu opinión ¿Hay posibilidades de que el textil cumpla un papel en el mundo editorial más allá de los muros de la edición independiente? Antes de nada dos pequeñas aclaraciones: primero el textil ya cumple un papel pues el propio papel es una estructura textil, y segundo si algo no quiere la edición independiente son precisamente los muros. En contestación a tu pregunta las publicaciones sobre tela no dejarán de ser objetos interesantes y curiosos para unos pocos pero es evidente que la edición se moverá en el ciberespacio (esperemos que algún día libre de aranceles y copy right). No obstante siempre habrá lugar para algo hecho a mano, con destreza y cariño. En el Costurero de Aracne utilizáis un término fascinante, escultura textil ¿Podriás hablarme de ese concepto, en que consiste? La escultura textil es el tema del Costurero de Aracne, no es algo nuevo ni mucho menos, las primeras esculturas textiles fueron los cestos, también las chozas tanto de paja como de piel, tela o fieltro. Intentando una definición podríamos decir que una escultura textil sería la realizada con materiales o técnicas textiles. Dentro de la vorágine experimental del siglo pasado se realizaron numerosas obras de este tipo y sigue siendo un centro de interés para muchos artistas pues a la variedad de materiales y técnicas hay que sumar el gran poder de sugerencia (el hilo de la vida se hizo un nudo al tejer la alfombra voladora…). ¿Que pasos seguís en el Costurero de Aracne para que cada número vea la luz? Lo primero es realizar la convocatoria y localizar a los colaboradores, labor ardua, sobre todo en los primeros números, por lo que hemos tenido que recurrir a amigos artistas. Como hemos procurado tratarlos muy bien, ya empezamos a tener solicitudes de participación, incluso del extranjero. A continuación momentos de tensión hasta que empiezan a llegar las colaboraciones, uno de los mejores momentos pues no sabemos que va a hacer cada uno hasta que recibimos su envío. Es una sorpresa abrir cada caja y contemplar las cuarenta piezas de cada colaborador. Mientras, se ha ido preparando en imprenta lo que serán portada y contraportada, así que empieza el montaje de las cajas. Una vez concluido el montaje lo primero enviar a cada colaborador su caja completa, luego a los archivos vivos donde venimos enviando y organizar los actos de presentación. Por último, con todo el material generado en presentaciones y donaciones montar un dossier para que los colaboradores estén al tanto (este se envía también a los colaboradores de números anteriores). Bueno, lo he contado de forma lineal, pero la verdad es que todo esto se va haciendo muchas veces a la vez y por supuesto siempre surgen problemas, envíos que se retrasan, piezas que no encajan, colaboradores que se quieren retirar,… De todas formas nos lo pasamos bien, ese es nuestro único beneficio. ¿Crees que es posible trabajar en la edición de publicaciones artísticas sin ser a la vez un coleccionista convencido de estas? La verdad es que lo estoy intentando y de echo una buena parte de mis archivos de publicaciones los he donado recientemente a la Casa de Cultura de Punta Umbría desde donde Uberto Stábile ha gestado los Encuentros Internacionales de Editores Independientes, caldo de cultivo para la interrelación de artistas desde la tolerancia y el respeto mutuo. Lo que si es cierto es que desde que ando en estas cuestiones, mi sensibilidad y por supuesto conocimiento, se han incrementado. En un mundo tan particular como el de la edición de publicaciones artísticas ¿Que papel piensas que desempeñan en la trayectoria de las propias publicaciones encuentros como este? Encuentros como este son la vida para estas publicaciones y quienes las hacen. Son la verdadera publicación pues permiten que publicaciones en muchos casos sin distribuidora puedan ser conocidas por mucha más gente. Para sus artífices la ocasión de compartir experiencias con otros iguales, abrir posibles colaboraciones e incluso proyectos conjuntos. Al margen de la finalizada Container y de El Costurero de Aracne ¿Tienes actualmente algún otro proyecto entre manos?
Bueno ya llevo unos años trabajando con el colectivo Imanes Permanentes principalmente performances, hago mi obra personal centrada en el textil. Pero sobre todo me dejo un hueco para mi huerto y criar mis gallinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario